En el 1818, las autoridades eclesiásticas y civiles acordaron con sus vecinos trasladar la sede del pueblo a Isabela. Las obras de su iglesia a cargo del contratista Gerónimo Carreras fueron suspendidas.
Finalmente el 26 de agosto, en procesión solemne con el obispo Mariano Rodríguez Olmedo, el alcalde don Marcelo Porrata, el párroco don Domingo Prieto y los vecinos de la región, seleccionaron el lugar donde se erigiría la iglesia. Se fijó allí una cruz y se bendijo el lugar. Todos se arrodillaron y elevaron una plegaria al Señor.
Cacique Mobodomaca
En el 1776 es mencionado en los apuntes históricos de fray Iñigo Abad. Se sembraba entonces caña, tabaco y algodón. El área se prestaba también para la crianza avícola. Don Pedro Tomás de Córdoba escribe en sus "Memorias", que el sitio era la Iglesia parroquial, destruida en el terremoto del 11 de octubre de 1918. A la izquierda del templo, la antigua casa parroquial.
En las primeras dos décadas del siglo 19, se independizaron los sectores de Camuy y Quebradillas. La población de la Tuna quedó reducida, mientras que su barrio Isabela atraía mayor número de vecinos por su prosperidad.
Playa Jobos, Isabela
En el 1818, las autoridades eclesiásticas y civiles acordaron con sus vecinos trasladar la sede del pueblo a Isabela. Las obras de su iglesia a cargo del contratista Gerónimo Carreras fueron suspendidas.
Finalmente el 26 de agosto, en procesión solemne con el obispo Mariano Rodríguez Olmedo, el alcalde don Marcelo Porrata, el párroco don Domingo Prieto y los vecinos de la región, seleccionaron el lugar donde se erigiría la iglesia. Se fijó allí una cruz y se bendijo el lugar. Todos se arrodillaron y elevaron una plegaria al Señor.
Las familias Avilés, Corchados, Chaves, Piñeiros y Juarbes, entre otras, estuvieron entre sus primeros fundadores. Se conservó el nombre de "Isabela" en homenaje a la reina Isabel de España, con el cual fue oficialmente bautizado el nuevo pueblo el 21 de mayo de 1821.
Según el censo de 1828, para esa época Isabela tenía 5,825 habitantes; de éstos 2,310 eran blancos, 1,837 de diferentes castas, 536 esclavos, 124 pardos y 18 morenos. De ellos, 2,926 eran varones y 2,899 eran hembras. Un teniente a guerra regía el pueblo con un Sargento Mayor a cargo de 887 urbanos (en el 1830).
Refleja el censo del 1824, 18 extranjeros, 15 artesanos y un practicante de medicina. Tenía 11 casas y 25 bohíos en el pueblo, y una escuela de primeras letras. En el campo había 400 casas y 403 bohíos. Se sembraban piñas, algodón, maíz, tabaco, chinas, yucas, ñames, plátanos, batatas y frijoles.
En el 1821 se colocó la primera piedra de la iglesia parroquial, cuyas obras finalizaron en el 1837, bajo la advocación de San Antonio de Padua. El terremoto de San Fermín que sacudió la Isla en el 1918, destruyó la iglesia. Un nuevo templo la sustituyó a un costo de $52 mil. Las bóvedas y la cúpula fueron construidas en concreto armado. Los frailes dominicos holandeses se hicieron a cargo de la parroquia desde el 1905. Luego, en el 1969 pasó a los Padres Trinitarios españoles.
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