Oscar López Rivera: Prisionero Político Puertorriqueño
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La salud y el bienestar del prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera se encuentra en riesgo en estos momentos, denuncio el Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico, mediante comunicado de prensa este martes 21 de octubre.
El Comité, que continúa su campaña por la excarcelación de los cuatro presos políticos que aún permanecen en Estados Unidos, reveló que López Rivera, quien se encuentra en la prisión federal de máxima seguridad en Terre Haute, Indiana, necesita con urgencia ser operado de hernias bilaterales. La condición de López Rivera fue diagnosticada en marzo por un médico de la misma prisión. Pese a que desde esa fecha el médico lo coloco en la lista de espera para cirugía, hasta el momento el Buró Federal de Prisiones (BFP) no ha facilitado la atención médica que requiere Oscar.
Según Margarita Mergal, portavoz del Comité, Oscar le ha informado al personal médico que el dolor en el área de las hernias se ha intensificado al punto que ya no puede hacer ejercicios vigorosos. Agregó que médicos consultados han informado que aunque las hernias pueden estar sujetas a reducción si alguna se llega a adherir el caso podría convertirse en una emergencia médica.
"Oscar le ha informado al personal médico que el dolor en el área de las hernias se ha intensificado al punto que ya no puede hacer ejercicios vigorosos"
MARGARITA MERGAL, COMITE PRO DERECHOS HUMANOS
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Oscar López Rivera lleva 22 años en prisión, más de la mitad de ellos en cárceles de máxima seguridad en condiciones de solitaria estricta y, además, punitivas, describió el Comité, dirigidas a quebrantar su voluntad. “Negarle el tratamiento médico que se requiere es otra arma del arsenal gubernamental dirigida hacia el mismo fin”, expresó la portavoz. El luchador independentista tiene una condena de 70 años de prisión.
Ante la situación, el Comité anunció que iniciará una campaña de cartas dirigidas al director del BFP Harley G. Lappin para insistir que se le provea a Oscar inmediatamente el servicio médico que los propios médicos del sistema carcelario han determinados que necesita, exhortó el Comité.
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